Lecturas



Análisis de la Unicidad
en la divinidad
de Dios


DIOS ES UNO

Deuteronomio: 6: 4
Oye, Israel: Jehová Nuestro Dios, Jehová uno es.
Isaías 45: 5
Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mi…
Isaías 45: 6
Para que se sepa desde el nacimiento de sol, y hasta donde se pone, que no hay más que Yo; Yo Jehová, y ninguno más que Yo.
Deuteronomio: 4: 35
A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de Él.
Deuteronomio: 32: 39
Ved ahora que Yo, Yo Soy, y no hay dioses conmigo; y Yo hago vivir; Yo hiero, y Yo sano; y no hay quien pueda librar de mi mano.
Isaías 46: 9
Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque Yo Soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a Mí.
Isaías 43: 10
Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que Yo escogí, para que conozcáis y creáis, y entendáis que Yo mismo Soy; antes de mi no fue formado Dios, ni lo será después de Mí.
Isaías 43: 11
Yo, Yo Jehová, y fuera de mi no hay quien salve.
Isaías 45: 21:
…¿Quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino Yo Jehová? Y no hay más Dios que Yo; Dios justo y salvador; ningún otro fuera de Mí.
Isaías 45: 22
Mirad a Mi, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque Yo Soy Dios, y no hay más.
Deuteronomio: 4: 39 Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.
Apocalipsis 4: 2
Y al instante yo estaba en el espíritu; y he aquí, un trono establecido, en el cielo, y en el trono, uno sentado.
S. Marcos 12: 29
Jesús les respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el señor uno es.
Romanos 3: 30
Porque Dios es uno, y Él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
Santiago 2: 19
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

COMENTARIOS:
Todas estas afirmaciones y declaraciones inspiradas por el espíritu de Dios, establecen y confirman que en Dios hay una unicidad absoluta, antes de Él no fue formado Dios, ni lo será después de él y nada hay semejante a Él; fuera de Él no hay quien salve no puede haber otro salvador, Él es único.


DIOS SE MANIFESTÓ EN CARNE

Isaías 35: 4
Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
Isaías 52: 6
Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.
Juan 1: 1
En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios.
Juan 1: 14
Y aquel verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del padre), lleno de gracia y de verdad.
Hebreos 2: 14- 15
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, Él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre
1ª. Timoteo 3: 16
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.

COMENTARIOS:
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de la promesa se manifestó en carne, Él mismo vino a salvar la humanidad, Él no podría enviar a otro en su lugar, no podría faltar a su palabra.



EL NOMBRE DE DIOS

Zacarías 14: 9
Y Jehová será Rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.
Isaías 52: 6
Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.
Salmo 22: 22
Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.
Juan 17: 6
He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste;…
Juan 17: 26
Y le s he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

COMENTARIOS:
La promesa de un nombre que se daría a conocer, es un nombre único, el nombre personal de Dios.



JESÚS ES EL NOMBRE

Isaías 9: 6
Porque un niño nos es nacido, un niño nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre admirable, consejero, Dios fuerte, padre eterno, príncipe de paz.
Isaías 7: 14
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: he aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.
Mateo 1: 21
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque el salvará a su pueblo de sus pecados.
Mateo 1: 22- 23
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que traducido es: Dios con nosotros.

COMENTARIOS:
Jesús es el nombre con el cual Dios se manifestó en carne y se dio a conocer a la humanidad; porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en que podamos ser salvos; porque el nombre de Jesús está sobre todo nombre que se nombre, no solo en este siglo, sino también en el venidero.

JEHOVÁ ES JESÚS

Ezequiel 34: 11; Salmos 23: 1; Juan 10: 11, 14
Porque así ha dicho Jehová el Señor: he aquí yo, yo mismo iré a buscar a mis ovejas y las reconoceré.
Jehová es mi pastor nada me faltará.
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.

Isaías 44: 6; 48: 12; Apocalipsis 1: 17; 22: 13
Así dice Jehová Rey de Israel, y su redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.
Cuando le vi, caí como murto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último.
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.

Isaías 45: 23; Filipenses 2. 10- 11
Por mi mismo hice juramento. De mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: QUE A MI SE DOBLARÁ TODA RODILLA, y jurará toda lengua. Para que en el nombre de Jesús se doble toa rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios padre.

Zacarías 12: 10; Juan 19: 34- 37
…Y mirarán a mí, a quien traspasaron,…
Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salio sangre y agua. Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la escritura: no será quebrantado hueso suyo. Y también otra escritura dice: mirarán al que traspasaron.
Isaías 45: 21; Isaías 43: 11; Mateo 1: 21
… ¿Quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más dios que yo; dios justo y salvador; ningún otro fuera de mí.
Yo, yo Jehová, y fuera de mi no hay quien salve.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

COMENTARIOS:
Según la escritura Jehová es Jesús, no puede haber contradicción en la palabra de Dios. La comparación de estas porciones bíblicas así lo evidencia.

LOS APOSTOLES DAN TESTIMONIO QUE
JESUCRISTO ES DIOS

Colosenses 2: 9
Porquen en el habita corporalmente toda la plenitud de la deidad.
Romanos 9: 5
De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amen.
1ª Juan 5: 20
Pero sabemos que el hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
s. Juan 20: 28
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Tito 2: 13
Aguardando la esperaza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo.
1ª Timoteo 1: 17
Por tanto, al rey de los siglos, inmortal, invencible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amen.
S. Judas 25
Al único y sabio Dios, nuestro salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amen.
2ª Pedro1: 1
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra.

COMENTARIOS:
Concuerdan cuatro testigos en afirmar que Jesucristo es Dios, atendiendo a la autoridad espiritual de estos hombres inspirados por el espíritu santo,
Considero que no hay razón para pensar lo contrario. Él es el mismo ayer,
Y hoy, y por los siglos.

JESUS DECLARA SER EL PADRE

S. Juan 14: 6
Jesús le dijo: yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al padre, sino por mí.
S. Juan 14: 7
Si me conocieseis, también a mi padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
S. Juan 14: 8
Felipe le dijo: Señor, muéstranos al padre, y nos basta.
S. Juan 14: 9
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al padre; ¿Cómo, pues, dices tú: muéstranos al padre?
S. Juan 14: 10
¿No crees que yo soy en el padre, y el padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el padre que mora en mí, el hace las obras.
S. Juan 14: 11
Creedme que yo soy en el padre, y el padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
S. Lucas 10: 22
Todas las cosas me fueron entregadas por mi padre; y nadie conoce quien es el hijo sino el padre; ni quien es el padre, sino el hijo, y aquel a quien el hijo lo quiera revelar
S. Juan 16: 23
En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis en mi nombre, os lo dará.
S. Juan 16: 26
En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al padre por vosotros.
S. Juan 14: 13- 14
Y todo lo que pidiereis al padre en mi nombre, lo haré, para que el padre sea glorificado en el hijo.
Si algo pidiereis en mi nombre yo lo haré.
Apocalipsis 21: 7
El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su dios, y el será mi hijo.
S. Juan 10: 30:
Yo y el padre uno somos.

COMENTARIOS:
Definitivamente el mismo Señor Jesús declara ser el padre, pensar de otra manera sería una gran equivocación.



JESUS ES EL ESPIRITU SANTO

S. Juan 7:38- 39
El que cree en mí, como dice la escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el espíritu santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
2ª Corintios 3: 16- 17
Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el espíritu; y donde3 está el espíritu del Señor, allí hay libertad.
S. Juan 14: 16- 18
Y yo rogaré al padre, y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre: el espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque no os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
S. Juan 14: 26
Más el consolador, el espíritu santo, a quien el padre enviará en mi nombre, el os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
S. Juan 15: 26
Pero cuando venga el consolador, a quien yo os enviaré del padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del padre, el dará testimonio acerca de mí.
S. Juan 16: 7
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuere, el consolador no vendría a vosotros; más si me fuere os lo enviaré.
Gálatas 4: 6
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su hijo, el cual clama ¡Abba, padre!
1ª Pedro 1: 10- 12
Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando que persona y que tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A estos revelo que no para si mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirara los ángeles.
S. Lucas 12: 12
Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.
S. Lucas 21: 15
Porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan.
S. Mateo 10: 19- 20
Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por como o que hablareis; por que en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro padre que habla en vosotros.

COMENTARIOS:
En esta serie de versículos que estamos considerando, el señor Jesús afirma ser el Espíritu Santo, dice que no os dejaré huérfanos, vendré a vosotros, está hablando de la manifestación del Espíritu Santo. Dan testimonio de esto: Juan Pedro, Pablo, Mateo, Lucas, afirmando que el Señor es el Espíritu.




TRES INTERROGANTES EN BUSCA DE UNA
RESPUESTA CON REPALDO ESCRITURAL

* ¿Habrá tres personas distintas en un solo Dios verdadero?
* ¿Habrá tres dioses en un solo Dios verdadero?
* ¿Serán tres manifestaciones de un mismo y único Dios verdadero?

Toda respuesta encerrará un gran misterio, el único gran misterio que registra la sagrada escritura es el misterio de la piedad.
1ª Timoteo 3: 16
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
Filipenses 2: 5- 11
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó así mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el señor, para gloria de Dios padre.

CONCLUSIÓN:
Jesucristo es Dios y si es Dios también Jesucristo es el padre, porque sólo hay un Dios, el padre.
1ª Corintios 8: 5- 6
Pues aunque hayan algunos que se llamen dioses, sea en el cielo o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores). Para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

Jesús es:
El padre en su divinidad.
El hijo en su humanidad.
El espíritu santo en su manifestación.

EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DE JESUS

Los apóstoles tenían un conocimiento revelado acerca de este misterio, de manera que cuando recibieron la comisión (Mateo 28: 19… id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del padre, y del hijo, y del Espíritu Santo;) de parte del señor Jesucristo, la pusieron en practica, con obediencia y entendimiento, como lo registran las siguientes porciones bíblicas:

Hechos 2: 38
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos 10:47- 48
Entonces respondió Pedro: ¿puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?
Y mando bautizarles en el nombre del Señor Jesús…
Hechos 8: 14- 16
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabrada Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente había sido bautizados en el nombre de Jesús.
Hechos 22: 13- 16
Vino a mí, acercándose, me dijo: hermano Saulo recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré.
Y él dijo: el Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al justo y oigas la voz de su boca. Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.
Hechos 19: 1- 6
… Pablo después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: ni siquiera hemos oído si hay Espíritu santo.
Entonces dijo: ¿en que, pues; fuisteis bautizados? Ellos dijeron en el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fuero bautizados en el nombre del señor Jesús. Y habiéndoles impuesto pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban.

1ª Corintios 1: 11- 13
Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
Romanos 6: 3- 5
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
Gálatas 3: 27
Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.

Hay un solo bautismo para salvación de nuestras almas:

Efesios 4: 5
Un Señor, una fe, un bautismo.
Ese bautismo es en el nombre del Señor Jesucristo
Colosenses 3: 17
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del señor Jesús, dando gracias a dios por medio de él.

COMENTARIOS:
Todos los bautismos que registra el libro de lo Hechos de los apóstoles se efectuaron en el nombre del Señor Jesús. Tanto Judíos como Pablo y Gentiles como Cornelio y los de Samaria fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús para perdón de los pecados.
¿Cree usted que sea justo que se use este nombre maravilloso para todas las cosas, menos para el bautismo?

Amigo:
¿No te sentirás tú incomodo al saber ahora que la formula bautismal en la cual estás bautizado no fue usada ni para los judíos, ni para gentiles en la iglesia primitiva?

…”Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su nombre”.


EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DE JESUS
SON LAS LLAVES DEL REINO

Mateo 16:19; Hechos 2: 38
Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo.




COMENTARIOS:
Aquí Pedro no se equivocó, los demás discípulos que estuvieron presente en la gran comisión, también estaban allí el día de Pentecostés y en ves de contradecirle, pusieron en practícala formula dada por el Espirito Santo, porque ellos conocían todo lo que hasta aquí hemos tratado.

BENDICION PARA LA IGLESIA QUE NO
HA NEGADO SU NOMBRE

Salmo 91: 14
Por cuanto en mi apuesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Malaquías 4: 2
Más a vosotros que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltareis como becerros de la manada.
Apocalipsis 3: 8
Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.


LA SANA DOCTRINA

Tito 2: 1; 1ª Timoteo 6: 3- 4; Timoteo 6: 3- 4
Pero tú habla lo que está de acuerdo con el san doctrina.
Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma con las sanas palabras de nuestro señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
Está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,…
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.
1ª Juan 2: 23
Todo aquel que niega al hijo, tampoco tiene al padre. El que confiesa al hijo tiene también al padre.
2ª Juan 9
Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese si tiene al padre y al hijo.
1ª Juan 5: 12
El que tiene al hijo, tiene la vida; el que no tiene al hijo de Dios no tiene la vida.
Colosenses 2: 9- 10
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

COMENTARIOS:
Mucha gente ha tratado de acomodar, según su propio criterio, el concepto de sana doctrina; pero desde el punto de vista escritural la sana doctrina es aquella que esta conforme al misterio de la piedad.
Que agradable es predicarlo que la Biblia enseña. Sin tener que estar acomodando doctrina y torciendo la escritura.


CUATRO PRUEVAS DE LA DEIDAD ABSOLUTA DE JESUCRISTO

No es suficiente decir que hay un solo Dios. Muchos declaran que hay un solo Dios, pero después describen a ese solo Dios, como siendo tres seres separados y distintos.

No solo debemos declarar como lo hacen las escrituras, que hay un solo Dios, sino debemos también declarar la identidad de ese único Dios verdadero (Hechos 17: 23- 30; Juan 4:20- 24).

Para logra declarar la identidad de ese único Dios, cuatro pruebas son presentadas para comprobar que Jesús es Dios.

1. La encarnación de Jesús.
2. Su ministerio terrenal.
3. Su ascensión.
4. Su segunda venida.

1.) LA ENCAARNACIÓN DE JESUS:
Más de setecientos cincuenta años antes del nacimiento de Jesús el profeta Isaías profetizó: “He aquí la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel” (Isaías 7: 14).
Esta profecía fue cumplida en Mateo 1: 23 cuando el mensajero celestial reveló la identidad del niño nacido de María en Belén, “… Y llamarás su nombre Emmanuel, que traducido es Dios con nosotros.”

Una vez más refiriéndonos a las profecías de Isaías para identificar a este santo hijo llamado Jesús, encontramos esta descripción, “… Y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. (Isaías 9: 6).
Es necesario establecer que Jesús cumplió todas estas descripciones.
En su humanidad el fue hijo que nació, y el hijo que nos fue dado. En su Deidad el era el Dios fuerte y padre eterno.

El no fue parte hombre y parte Dios, sino que él fue todo hombre y todo Dios. (2ª Corintios 5: 19).

Miqueas se une al profeta Isaías al exponer la Divinidad de aquel que nació en Belén. Miqueas 5: 2 revela que él habría de ser señor en Israel y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Solo uno puede ser eterno y ese es Dios.

El nuevo testamento continúa la revelación de la Divinidad de Jesucristo. 1ª Timoteo 3: 16 declara, “… Dios fue manifestado en carne…” Es por esto que en la encarnación la Deidad se vistió de carne.
Isaías 40: 3 Profetizó de una voz clamando en el desierto, preparando camino al Señor y enderezando calzada en la soledad a nuestro Dios. Mateo dice que esta profecía se cumplió en Jesucristo.

En Mateo 4: 1- 3
Mateo revela a Juan el Bautista como la voz que clama en el desierto y a Jesús como el Dios para quien se prepara el camino.
Es claro ver como Jehová, al que Isaías conocía también en el antiguo testamento, se vistió en carne y se convirtió en Jesús del nuevo testamento.
Louis Berkhof, un maestro, comentarista y profesor de teología presbiteriana, hizo esta declaración en el resumen de doctrina cristiana, “El gran Dios del Antiguo Testamento es el mismo gran Dios del Nuevo Testamento y su nombre es Jesús.” (Salmos 147: 5; Tito 2: 13)


2.) SU MINISTERIO TERRENAL
De la manera que los escritores de los evangelios registraron la historia del ministerio terrenal de Jesucristo y la forma en que los apóstoles escribieron en sus epístolas, se derivan numerosas escrituras que testifican de la absoluta Deidad de Jesucristo.

Tal ejemplo se encuentra en Juan 10: 30. Jesús claramente declaró, “Yo y el padre uno somos”. Juan también escribió la conversación entre Jesús y Felipe donde Jesús se revela a si mismo como el padre en Juan 14: 8- 9.
Jesús le permitió a Felipe entender que el que le había visto a él ha visto al padre. Tal parecía que Jesús estaba preguntando, “¿Cuánto tiempo tengo que estar con tigo para que reconozcas el hecho que yo soy ambos, el padre y el hijo?”
Otra prueba de su absoluta DEIDAD demostrada por los eventos de su ministerio terrenales vista en Juan 8: 58. Jesús les dijo a los judíos, “antes que Abraham fuese, yo soy”. Como el gran Yo Soy, él es eterno. Hebreos 13: 8. Nos dice “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”
Los eventos evidenciados en la “purificación del templo” (Mateo 21:12- 13) proveen aún más pruebas de su Deidad durante su ministerio terrenal.
Mateo 21: 4- 5 nos dice que la entrada triunfal a Jerusalén cumplió la profecía de Zacarías 9: 9 la cual predijo de este Rey que vendría a ellos “justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”
La “purificación del templo” dirige nuestra atención a Malaquías 3. 1, “… y vendrá súbitamente a su templo el señor a quien vosotros buscáis…”
Es interesante notar que A. A. Hodge, un trinitario comenta sobre este verso sin duda alguna refiriéndosela Mesías. Él indicó que, “él termino Hebreo ADONAI aquí traducido señor, nunca es aplicado a ninguno otro sino al Dos supremo.
El templo, el cual esta consagrado para la presencia y adoración de Jehová, es llamado “su templo”. Ahora entendemos porque nadie trató de evitarle a Jesús limpiar el templo. Cuando él declaró “¿no está escrito: mi casa será llamada casa de oración…?” Él estaba ejercitando su autoridad porque el templo le pertenecía a Él.


3.) SU ASCENCION
En el primer capitulo de Apocalipsis, Juan es usado por el Señor para revelar la gloria de Jesucristo glorificado después de su ascensión. En el versículo ocho se revela a nosotros como “… el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”.

Los versículos 17 y 18 prueban su Deidad con relación a su ascensión.
“… yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amen. Y tengo las llaves de la muerte y del hades”
Después, en Apocalipsis 21: 6- 7 encontramos lo siguiente: “yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin… el que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y el será mi hijo”. No puede haber duda en que Jesucristo es no solamente el hijo del hombre; sino el Dios Todopoderoso y el padre eterno también.

4.) SU REGRESO
Existen varias pruebas relacionadas con su regreso que nos son útiles para comprobar su Deidad
En Zacarías 14: 3- 5, el profeta hablo del regreso del Señor, “… y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos,… y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos”.
Job añade a esto al declarar lo siguiente de su redentor, “Yo se que mi redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo…” (Job 19-. 25).
Ambos pasajes ampliamente declaran que aquel que se parará sobre el monte de los Olivos en los últimos días no es ningún otro más que Jehová. Hechos 1: 9- 12 nos recuerda que fue Jesús el que ascendió del monte de los Olivos y será este mismo Jesús el que vendrá de nuevo.
Pablo termina de clarificar esto en Tito 2: 13”aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo”. (1ª Timoteo 6: 14- 16).
Cuando la voz dijo en Apocalipsis 22: 20, “…ciertamente vengo en breve”. Juan el escritor respondió, “Amen, si ven, Señor Jesús”.

PRUEVAS COMPARATIVAS DE LA DEIDAD
ABSOLUTA DE JESUCRISTO

Los sistemas de pruebas comparativas son de gran ayuda en el estudio de la unicidad de la Deidad. Este método de estudio muestra las cualidades y acciones atribuidas a una manifestación y atribuidas también a otras.
Para que esto sea efectivo, solo atributos exclusivos se pueden ser usados.
Por ejemplo, tres personas en la deidad pueden ser poderosas, pero solo una puede ser Todopoderosa. Al demostrar que ambos, el padre y el hijo se dice que son Todopoderosos, está demostrado que son uno y el mismo.

EL PASTOR
En el antiguo testamento, Dios se reveló a sí mismo como Jehová-Roi (Jehová mi pastor). Esta identidad es expresada en salmos 23: 1
E Isaías 40: 10- 11. Con este entendimientote Jehová como el pastor encontrado en el antiguo testamento, regresamos al nuevo testamento para establecer nuestras pruebas comparativas.
En Juan 10: 11 Jesús dijo,”Yo soy el buen pastor”. Hebreos 13: 20 se refiere a Jesús como el”principe de los pastores”.
Es muy claro que sólo puede haber un pastor. ¿Será acaso que Jehová del antiguo testamento ha entregado su posición como pastor a Jesús en el nuevo testamento? ¡Claro que no! Es obvio que la carne que albergaba al espíritu eterno era el cordero de Dios, el mismo que David e Isaías reconocían Jehová-Roi (Jehová mi pastor) moraba en aquel cuerpo terrenal.

La conclusión de esta prueba comparativa es clara. Jehová, el pastor del salmo 23, se ha revelado a sí mismo en Jesús, el pastor del nuevo testamento.

LA ROCA
Varios pasajes del antiguo testamento se refieren al Dios que adoraban los judíos como la Roca. Salmos 18: 2. Dice claramente, “Jehová Roca mía…” salmo 42:9; 73: 26; 89: 26; y 94:22 repiten la identidad de Jehová.

Deuteronomio 32: 4 declara. “Él la Roca…” versículos 15 y 31de este mismo capítulo hacen esta misma referencia. En II de Samuel 22: 32 estas preguntas son hechas, “Porque ¿Quién es Dios, sino solo Jehová? ¿Y qué Roca hay fuera de nuestro Dios?”

Muchos otros pasajes del antiguo testamento engrandecen esta revelación de Dios.
El nuevo testamento muestra satisfactoriamente la prueba comparativa de esta revelación. En 1ª Corintios 10: 4 la escritura declara enfáticamente, “Y la roca era Cristo”.

EL REY
En el antiguo testamento, Jehová era Rey sobre su pueblo Israel. Salmos 10: 16 dice así: “Jehová es rey eternamente y para siempre…”
Por último Isaías 6: 5, el profeta proclama, “…han visto mis ojos al Rey, Jehová de los Ejércitos” Isaías 33: 22 se refiere a él como “Jehová es nuestro Rey…”
Por último Isaías 44: 6 lo llama el “Rey de Israel”. Jeremías lo llamó “Rey eterno en Jeremías 10:10. Hay otras Escrituras que se refieren a Jehová en el antiguo testamento como Rey, no obstante deseamos usar una última Escritura del antiguo testamento en nuestra prueba comparativa.
El Dios Eterno declaró en Malaquías 1: 14 “porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los Ejércitos”, la contestación del nuevo testamento a esta prueba comparativa comienza en Juan 1. 49 donde Natanael declaró “… Tu eres el Rey de Israel”.
Otra prueba se encuentra en Juan 12: 12- 15 cuando Jesús es adorado en su entrada triunfal a Jerusalén, “¡Hosanna Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!”. Hasta un monarca gentil como Pilato fue usado por Dios para declarar “Este Jesús, es el Rey de los Judíos”. Mateo 27: 37.

Pablo declaró a Timoteo en 1ª Timoteo 6: 15 que Jesús es “… el bienaventurado y sólo soberano, Rey de reyes y Señor de señores” Apocalipsis 17: 14 y 19: 16 habla de Jesús como el Rey de reyes y Señor de señores”. El sentido común nos dicta que en un reino sólo puede tener un rey. Esta prueba comparativa nos asegura que no hay dos reyes, sino sólo uno y que su nombre es Jesús.

EL REDENTOR Y SALVADOR
La siguiente prueba comparativa hace énfasis en los atributos del Redentor y Salvador. En Salmos 19. 14 el Salmista menciona a Jehová como su redentor.
En Isaías 41: 14 el profeta registró las palabras del Señor, “… dice Jehová; el Santo de Israel es tu redentor”. Una vez más el profeta declara, “Nuestro Redentor, Jehová de los Ejércitos es su nombre, el Santo de Israel”. Isaías 47: 4. En Isaías 49: 26 leemos, “… Y conocerá todo hombre que yo Jehová soy salvador tuyo y redentor tuyo, el fuerte de Jacob”. Como para enfatizar esta verdad, esta misma declaración se repite en Isaías 63: 16.
También Óseas 13: 4 revela la identidad del único salvador declarando enfáticamente que no habrá otro fuera de él. Estas Escrituras del antiguo testamento se unen a muchas otras para explicar y esclarecer que Jehová era el Redentor y salvador de su pueblo en el antiguo Testamento.
El Nuevo Testamento no deja ni sombra de duda tocante a la identidad del Redentor y salvador. Mateo 1. 21 claramente dice “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” Lucas 1: 68 “Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo”. ¿Cómo visitó y redimió a su pueblo? Mateo 1. 23 nos explica que Jesús era dios con nosotros.
De acuerdo al diccionario del Nuevo Testamento la palabra redentor se refiere a: “uno que libera a otro pagando el rescate; liberar del pecado y sus penalidades, como un sacrificio hecho por el pecador; o para cumplir una promesa o voto”. Al combinar esta definición y las Escrituras, es fácil concluir que el redentor es Jesucristo.

EL CREADOR
Hay un gran número de Escrituras en el Antiguo testamento que testifican del hecho que Dios era el creador. Génesis 1:1 declara, “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.
Job reconoció a Dios como su creador en Job 33: 4; “El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del omnipotente me dio vida”.
Después en Salmos 33: 6 el salmista nos introduce al creador, “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el Ejército de ellos por el aliento de su de su boca”.
Isaías 40: 28 también reconoce a Dios como “… el cual creó los confines de la tierra”.
Isaías 44: 24 identifica a Dios como ambos, el Creador y el Redentor, “Así dice Jehová tu redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mi mismo”.
Malaquías 2: 10 simplemente declara “¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?”
En el Nuevo testamento Juan 1: 10 nos revela que Jesús, de aquel que estaba hablando, era el Creador, “En el mundo estaba, y el mundo por él (Jesús) fue hecho; pero el mundo no le conoció”.
Pablo habló de Jesús como el Creador en Colosenses 1: 16- 17 “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”.

Todos tenemos que acordar que sólo puede haber uno que pueda crear todas las cosas.

Además, si Jehová del Antiguo Testamento “Extiende solo los cielos y extiende la tierra por sí mismo” y el Nuevo Testamento identifica a Jesucristo como Creador, ¡entonces la conclusión es que! ¡Jehová del Antiguo Testamento y Jesucristo son uno y el mismo!

UN ESTUDIO DE JUAN 1: 1

El primer capitulo de Juan clarifica la encarnación aún más. Juan 1. 1 dice, “En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios”.

El original Griego no daña el mensaje de la Deidad que encontramos en esta Escritura. Sirve para reforzarla. Examinemos este pasaje a la luz del texto Griego “El verbo era con Dios” se lee así: “Kai ho logos en pros ton theos”.
Estas palabras no reconocen a otra persona estando presente con Dios el padre, sino que reconoce que la palabra de Dios pertenece a Dios de igual manera que la palabra del hombre pertenece al hombre.

Note en Hebreos 2: 17 y 5: 1 las mismas palabras son usadas, “pros ton theos”. Y es traducido perteneciendo a dios en ambas instancias.

Stewar McDoeall escribió en evolución y doctrina de la trinidad, que “pros” nunca significa con, y que el griego con (pros) es una preposición completamente diferente y él traduciría Juan 1: 1 así: “En el principio era el verbo, y el verbo pertenecía a Dios… se refería a Dios, como su mano o su brazo”. Después el hace la pregunta, “Dios es amor” ¿Será el amor otra persona en la Deidad? ¿Es la palabra de Dios una persona separada de Dios mismo? Cuando oímos la voz de alguien hablando, podemos decir “este es José” cuando realmente fue la voz de José la que oímos.

Así fue la palabra (Expresión del pensamiento, plan) que pertenecía a Dios y que fue hecha carne y habitó entre nosotros. Así fue como el brazo de Jehová fue manifestado en su plan de salvación. Isaías 52: 10; 53: 1.


JESUS- EL HIJO DE DIOS

Todo mundo religioso cree que Jesús es el Hijo. Es cierto que ninguna denominación cristiana jamás ha negado que Jesús es el Hijo de Dios.
Sin embargo, muchos teólogos tradicionalistas han caído en error en cuanto a este tema.

Debe ser recalcado que estamos usando el término Bíblico, Hijo de Dios, no el término antibíblico de Dios Hijo. En ningún lugar en la Escritura puede el término “Dios Hijo” ser encontrado o sobreentendido.

El termino Hijo de Dios, se refiere a la humanidad de Jesucristo. Hijo de Dios está refiriéndose a la naturaleza humana, o puede estar refiriéndose a Dios manifestado en carne, esto es, Deidad en la naturaleza humana. Sin embargo, puede estar refiriéndose al Espíritu (Deidad) únicamente.

El ángel declaró que el niño nacido a María sería “llamado Hijo de Dios”. (Lucas 3: 1- 5) Aunque aquella carne cubría el espíritu Eterno, la carne no era Deidad. En su humanidad Jesús era todo hombre y en su Deidad él era todo Dios.
Como el Hijo de Dios en su humanidad no podía hacer nada por sí mismo (Juan 5: 19).
En su humanidad él no sabía ni el día ni la hora de la segunda venida (Marcos 13: 32) en Mateo 27: 40- 54 se registra la muerte del Hijo. Su espíritu divino no murió, pero su cuerpo humano sí.

EL PROPOSITO DEL OFICIO DEL HIJO

Su humanidad limitada fue necesaria para que pudiera convertirse en el sacrificio perfecto de redención. “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos”. (1ª Corintios 15: 21); Jesús tuvo que ser tentado, y vencer las mismas tentaciones que hicieron que Adán cayera.

El escritor de Hebreos 2. 14 nos dice que el se hizo de carne y sangre; “para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”.
Cuando Juan vio, exclamó, “¡He aquí el Cordero de Dios!” Hebreos 2: 9 explica que “Jesús fue hecho un poco menor que los ángeles… a causa del padecimiento de la muerte para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos”.
Como Hebreos 2. 16- 17 enseña, al él tomar la simiente de Abraham le permitió ser “misericordioso y fiel sumo sacerdote… para expiar los pecados del pueblo” Un sumo sacerdote que puede compadecerse de nuestras debilidades, “porque él fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. (Hebreos 4: 15).
El propósito primordial del Hijo es ser nuestro salvador. Para cumplir y desempeñar este papel fue necesario que otros muchos ministerios fuesen desempeñados.
El cumplimiento de estas funciones requería un ser humano. De acuerdo a Hebreos 9: 22, el derramamiento de sangre era necesario para remisión de pecados. Por lo tanto, Dios se preparó un cuerpo (Hebreos 10: 5). Él hizo mucho más que llenar el oficio de mártir, él tomó nuestro lugar y probó la muerte por todos.
Al venir en carne Jesús se convirtió en nuestro hermano (Hebreos 22: 11- 12) con esto él cumplió el requisito de rescate del pariente cercano requerido en Levítico 25: 25, 47- 49.
Una de las funciones más importantes que Jesús cumplió al venir como hombre fue el de mediador.
Él trae al hombre a reconciliación con Dios (2ª Corintios 5: 18- 19).
Pablo declaró esta verdad en 1ª Timoteo 2: 5, “porque hay un sólo Dios, y un solo mediador entre Dios y los Hombres, Jesucristo hombre”. Pablo indicó que no es Dios el mediador entre Dios y el hombre; ni es “Dios el hijo” quien lo hace, sino que es Jesucristo hombre quien ministra como mediador; sólo un hombre sin pecado puede acercarse al Dios santo para reconciliar a la humanidad.
Pablo explicó que en la faz de Jesucristo nos es dada la iluminación del conocimiento de la gloria de Dios. 2ª Corintios 4: 6. Esto fue un cumplimiento de Isaías 40: 5 “y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá”. Dios usó la humanidad del hijo para revelar su propia naturaleza al hombre.

EL OFICIO DE HIJO ¿ES ETERNO
O TEMPORAL?

Juan 3: 16 llama a Jesús el Unigénito Hijo de Dios. La palabra clave en esta Escritura es UNIGÉNITO (único engendrado). Unigénito indica un punto definido en el tiempo. El punto donde la concepción toma lugar, Hebreos 1: 5 continua este pensamiento con la siguiente declaración, “yo te he engendrado hoy”, la declaración “hoy” Y unigénito contradice el concepto de eterno como es aplicado al hijo de Dios.
De la manera como el oficio de Hijo tuvo un principio, también tendrá un final.
Hechos 2: 34- 35 indica esto cuando Pedro citó el Salmos 110: 1 “Jehová dijo a mi Señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. La palabra clave en esta profecía es hasta.
Esto indica que Dios usará su papel como Hijo para vencer a Satanás, y así cumplir. Génesis 3: 15. 1ª Corintios 15: 23- 28 también revela que el oficio del Hijo tendrá fin.
Este oficio cesará cuando el propósito del oficio del Hijo deje existir. Fue un oficio creado por Dios con el propósito de redención, la adquisición de la iglesia. Cuando este propósito sea finalmente realizado ya no habrá necesidad para un mediador y el oficio del Hijo será sujetado y sumergido en la grandeza de Dios.

JESUS – EL PADRE

En Juan 14: 8 Felipe ansiosamente peguntó a Jesús, “Señor, muéstranos el padre…” Esto vino en respuesta al versículo 7 donde Jesús dijo, “si me conocieseis, también a mi Padre conocerías; y desde ahora lo conocéis, y le habéis visto”. La humanidad espera ansiosa la respuesta de Jesús. Porque revela la verdad acerca de la Deidad.
Jesús convirtió la pregunta de Felipe en una interrogación, ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe?”
Era el Padrea quien Felipe deseaba ver y la respuesta es clara, Jesús es el padre. Además Jesús explicó, “El que me ha visto a mí ha visto al Padre…” Jesús prosigue explicando la gran verdad Bíblica sobre la Deidad.

En el versículo 10 Jesús cuidadosamente hace la distinción entre su Humanidad y Deidad. Él declara que las obras que ellos ha visto no han sido hechas por la humanidad en la cual moraba, sino por el Padre (el Espíritu Eterno). Esta verdad resonó en 2ª Corintios 5: 19, “Dios estaba en cristo...” Al entender que Jesús es el Padre y el Hijo tenemos que asegurarnos de entender que el Padre no es el hijo. En otras palabras la Carne no era Dios solo albergaba a Dios. El hijo (carne) murió como el Cordero de Dios, sin embargo el Padre (Deidad) no murió.

Hay una maravillosa Escritura para entender que Jesús es el Padre en Apocalipsis 21: 6- 7. El Alfa y la Omega, es Jesús. Ahora se nos dice que él será el padre de los que vencieren. ¿Debemos cree que el que venciere tendrá dos padres en el cielo? ¡Claro que no! Esto contra dice a Malaquías 2: 10 donde declara que todos tenemos un padre.
Apocalipsis 21: 6- 7 no nos da dos padres, sino que identifica ese solo padre como Jesucristo. Esto no debe ser difícil de aceptar, ya que Isaías lo vio en profecía siglos antes que fuese cumplido (Isaías 9: 6). ¿Cómo puede el Hijo y el Padre ser uno y el mismo? Apocalipsis 22: 16 lo explica de esta manera, “(Jesús dijo)” “Yo Soy la raíz (Creador) y el linaje (Hijo) de David.
La verdad que Jesús es el Padre Eterno es comprobada en las Escrituras que rodean la resurrección. En Gálatas 1: 1 la escritura declara que Dios el Padre resucitó a Jesús de entre los muertos. Esto es confirmado por muchas otras Escrituras como Hechos 2: 24, 32; 3: 15,26 4: 10; 13: 30,33, 34, 37; Romanos 4: 24; 6: 4, 9- 11; 10: 9; 1ª Corintios 6: 14; 15: 15;
2ª Corintios 4: 14; Efesios 1: 20; Colosenses 2: 12; 1ª Tesalonicenses 1: 10; y 1ª de Pedro 1: 21.
Estas escrituras comprueban que fue Dios el padre quien resucitó a Jesús de entre los muertos. Pero, en Juan 2: 19 Jesús habló de su cuerpo cuando dijo, “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” ¿será que hubo un cambio de planes? O Jesús, el que hablaba es el Padre.







JESUS ES EL ESPIRITU SANTO

El Espíritu Santo es llamado el Espíritu de Jesucristo en Filipenses 1: 19 y el Espíritu del Hijo en Gálatas 4: 6.
En 2ª Corintios 3: 17- 18 la Escritura declara, “el Señor es Espíritu…” En colosenses 1: 27 leemos que el misterio entre los gentiles es “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Esto significa que es la presencia de Cristo en nosotros lo que nos da la esperanza de gloria.
Romanos 8: 9- 11 declara simplemente que si no tenemos el Espíritu de Cristo no somos de Él.
Después continúa diciendo que el Espíritu de aquel que levanto de los muertos a Jesús nos vivificará por su Espíritu que mora en nosotros.
¿Tendremos que tener dos Espíritus morando en nosotros? ¡No! El Espíritu de Cristo y el Espíritu que nos vivificará son uno y el mismo.
En el Evangelio de Juan, Jesús es revelado no sólo como el Hijo, sino como el Padre y el consolador. En Juan 14: 17 y 18 Jesús habló del Espíritu de verdad, “al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotrosle conocéis, porque mora en vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”.
Es fácil entender que Jesús es el Espíritu. Efesios 3: 16- 17 confirma que el Espíritu que mora en el hombre interno es el Espíritu de Cristo el cual es el Espíritu Santo.

LA DIESTRA DE DIOS

En Hechos 7: 55 leemos que Esteban, “lleno del Espíritu Santo, puestos lo ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios”. Muchos suponen que Esteban miró al cielo y vio al padre sentado en su trono, lo cual sólo puede ser imaginado fuera de la evidencia bíblica. ¿Qué fue lo que Esteban vio? La Biblia dice que él vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba a la Diestra de Dios, no al lado de Dios. Como Dios es Espíritu, el no puede tener una mano derecha en el sentido literal, ¿Entonces quien es o que es la diestra de Dios?
En Éxodo 15: 6 Moisés dijo que el brazo de Dios rescató a Israel de los carros y la espada de Egipto. Sabemos que Israel no vio un brazo físico llevando a cabo esto. Lo que Israel presenció fue la manifestación del Poder de Dios. La diestra de Dios habla de fuerza. Para Israel, la diestra de Dios siempre significa el lugar de poder y gloria de Dios. Lo que Esteban vio fue al Cristo exaltado y glorificado. Esteban mismo nos reveló lo que vio cuando llamó a Dios por su Nombre al decir, “Señor Jesús, recibe mi Espíritu”
Salmo 98: 1 también ilustra esta idea, “… Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo”. Añade a eso Isaías 53: 1 “¿… y sobre quien se ha manifestado el brazo de Jehová?...” los siguientes versículos contestan esta pregunta con una descripción de Jesús, el Mesías. En Isaías 48: 13 Dios declara, “Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo…” Colosenses 1: 16 confirma que todas las cosas fueron creadas por Jesús. Juan 1: 3 declara, “… y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. Juan 1: 10 nos recuerda, “En el mundo estaba y el mundo por Él fue hecho; pero el mundo no le conoció”. Cuando vemos el poder y la gloria de Dios en la creación, vemos lo mismo que Esteban vio y como él también lo llamamos “Señor Jesús”.
La gloria de Dios es manifestada en su plenitud en la salvación, Isaías 59: 16 dice, “… y lo salvó su brazo, y le afirmó su propia justicia”.
Isaías 52: 10 Añade a la revelación de la gloria de Dios,”Jehová desnudó su Santo Brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro”. Nadie que entienda y crea la palabra de Dios negará que esto está hablando de Jesús.
No obstante, para clarificar lo anterior aún más leamos Isaías 51: 5 “… a mi me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su esperanza”. Esta profecía indica que las naciones gentiles esperaban en Dios y confiaban en su brazo.
Mateo 12: 21 También nos recuerda que “… en su nombre esperarán los gentiles”. Y Romanos 15: 12 confirma que sería la raíz de Isaí en el cual esperarán los gentiles.

La conclusión es obvia, todas las escrituras hablan de Jesús. Es por esto que cuando vemos el poder y la gloria de Dios en la salvación, nosotros al igual que Esteban vemos sólo a Jesús.
Puede que esto sea difícil de entender para la mente occidental, sin embargo para el judío y aquellos familiarizados con la monarquía oriental esto es elemental. El rey que se sienta en el trono posee un cetro que simboliza toda la autoridad mesiánica de Génesis 49: 10, “no será quitado el cetro de Judá…” En Números 24: 17 se usa este mismo simbolismo, “… y se levantará cetro de Israel” Ester 4: 11 indica que el poder de la vida y la muerte era simbolizado por el cetro.
Todos sabían que cualquier persona que entrase en el patio interior del rey sin ser llamado, “… Una sola ley hay respecto a él; ha de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá”
Cuando uno venia ante el rey, el rey extendía su cetro y la persona que se acercaba tocaba el cetro, de esta manera reconocía la AUTORIDAD del rey y declaraba su sumisión a él.
Si el cetro no se extendía el intruso era aniquilado. Este cetro debía sostenerse en la mano DERECHA del rey. Es por esto que en la mano derecha del rey estaba toda su autoridad real y subsecuentemente su gloria.

Dios dijo en Isaías 42: 8 que a otro no daría su gloria. Él no le dio su gloria a otro. Él exhibió (manifestó) esa gloria a través de la humanidad de Jesucristo mientras él extendía su diestra de poder para ofrecer vida eterna a todos.
Nosotros tocamos la misericordia y el poder del Rey solo cuando tocamos su cetro (humanidad). Somos indignos de acercarnos a su santa presencia por cualquier otro medio (1ª Timoteo 2: 5).
Así como el cetro en si mismo está desprovisto de poder, también la carne que abrigaba al Dios Todopoderoso lo estaba. El poder, la gloria y la autoridad pertenece, y reside, en el Rey. Si nosotros hacemos al Hijo de Dios (la humanidad) Dios el Hijo (Deidad), seremos culpables de hacer lo mismo que los judíos hicieron con la serpiente de bronce en los días de Ezequías (2ª Reyes 18: 4) Estaremos usando el instrumento usado por Dios, en vez de adorar a Dios. Jesús rehusó toda clase de adoración como hombre (Marcos 10: 18), pero él fomentó y recibió adoración como Dios (Lucas 19: 37- 40).
Note la descripción del cetro en Hebreos 1: 8 “cetro de equidad es el cetro de tu reino”. El mensaje es claro. El poder y la gloria del reino de Dios es la Equidad de Dios la cual es manifestada en Jesucristo.

DIOS EN JESUCRISTO

La primera epístola del apóstol San Pablo a Timoteo 3: 16 ¡vamos a leerlo con mucho cuidado! “y sin contradicción, grande es el misterio de la santísima trinidad: Dios ha sido manifestado en tres personas, Padre, Hijo y el Espíritu Santo”. Uno casi pensaría que así es como se lee al escuchar a algunas personas hablar. Pero, realmente se lee como sigue: “y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne…”.

La Biblia, en sus sesenta y seis libros, no enseña de una misteriosa piedad en tres personas. El misterio de la piedad (Divinidad) es la encarnación – Dios manifestado en carne –
En el concilio de Nicea, en el año 365 después de Cristo, se adoptó el dogma de la trinidad, y algunos evangélicos lo han aceptado hasta el presente. Esta tradición ha sido creída por muchas personas con un corazón sincero sin tomar en cuenta lo que dice la escritura: “mirad que ninguno os engañe por filosofía y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo”, Colosenses 2: 8. Además, no han tomado en cuenta que la doctrina de la trinidad es un fracaso y una contradicción en si misma. Sobre todo, contradice lo que la palabra de Dios enseña “… Dios ha sido manifestado en carne…”.
Enseguida anotamos nueve puntos que demuestran las fallas de esta “tradición de los hombres” con el sano propósito que despierten el interés de estudiar sobre “el misterio de Dios” según las Escrituras.

LAS FALLAS
La doctrina de la trinidad proclama que hay tres distintas personas, y un sólo Dios verdadero. Así: Dios el padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.
1.) Distinto quiere decir, diferente. Esto nos da a entender que Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo son tres diferentes (distintos) Dioses; y luego añadiendo el Dios verdadero, llega la suma a cuatro Dioses. Los trinitarios se justifican que son tres personas distintas porque en San Mateo 28: 19 Dice: “… del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Allí están los tres mencionados. Resulta que en Colosenses 2: 2 Dice: “… El misterio de Dios, el Padre y de Cristo”. Lo cierto es que “Dios ha sido manifestado en carne”… y no es en tres personas.
El obispo Benjamín Cantú da la Siguiente explicación sobre el dogma de “tres distintas personas: “La existencia de una persona implica siempre la existencia de un ser”. Una persona es un ser controlado por sí mismo, consiente de sí mismo, e independiente de los demás”.
No se establece en la explicación del dogma los puntos de la distinción ni la separación ni la independencia del uno y del otro, aunque se intenta hacerlo, pero se fracasa en la conclusión.
El termino tres personas es impropio usarlo para describir a Dios, y mucho más se agrava al decir tres personas distintas.
“el Padre es inmenso, el Hijo es inmenso, y el Espíritu Santo es Inmenso” explica el dogma, no hay tres inmensos, sino uno sólo. Pretende establecer las personas, su distinción, y luego lo disuelve absolutamente todo al tratar de llegar a la conclusión sin pecar contra las Escrituras, y hace uso de términos escritúrales procurando el respaldo de las mismas con el fin de imponerle autoridad, diciendo “no son tres, sino uno”. La primera parte de la explicación conflicta con la última. Son tres, no son tres, son uno. La primera parte es triteísmo absolutamente, y se origina del politeísmo idolátrico y pagano, lo cual trata de disolver en la segunda parte, sin a la vez negarlo, y establecer al fin un término que lo justifique, al decir que es uno. Todo esto no sólo es innecesario, sino injusto. Se nota que dichos argumentos fueron establecidos conscientemente, contrarrestando la innegable verdad que Padre, Hijo y Espíritu Santo son sólo tres manifestaciones del mismo ser, Dios. Caprichosamente se usan vocablos inadecuados que hacen conflictar no sólo las mentes y las conciencias, sino las verdades fundamentales que establecen la fe en un solo Dios.
2.) A la luz de la doctrina trinitaria el Hijo (Jesús) tiene dos padres. La primera persona (le padre – Según ellos) de la trinidad y la tercera persona – el Espíritu Santo que lo engendró (al Hijo) en el vientre de la virgen María, (Mateo 1: 18, 20 y Lucas 1: 35).
3.) según la filosofía trinitaria la segunda persona (el Hijo) es omnisciente (que todo lo sabe). En San Marcos 13: 32 dice, “Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aún los Ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre”. ¿Cómo es pues, que si las tres personas son omniscientes, solamente una persona divina (el Padre) sabe el tiempo de su advenimiento?
4.) El trinitarismo requiere tres calvarios. Lea Hebreos 8: 7- 13 y 9: 16- 17. los trinitarios creen que tres personas hicieron el Nuevo Pacto y el Viejo Pacto. La ley del pacto era que el testador (hacedor del Pacto) tenía que morir para hacer valer el pacto… “de otra manera no es válido entre tanto el testador vive” (verso 17). Por lo tanto el trinitarismo lógico y consistente requerirá (exigirá – demandará), la muerte de tres personas divinas en aras de traer un nuevo pacto. Nosotros que creemos que Jesucristo es Dios manifestado en carne no tenemos dificultad para entender que aquel que murió (en su manifestación) es en su plenitud Jehová Dios el hacedor del pacto.
5.) ¿Acaso se imaginan los trinitarios que hay dos Espíritus en la Divinidad, es decir, el Padre a quien llaman la “primera persona”; quien es llamado Espíritu (Juan 4: 21- 24); y el Espíritu Santo (la tercera persona según ellos)? No hay dos Espíritus en la divinidad, porque hay “un espíritu” (Efesios 4: 4).
6. A la luz de la trinidad, la “primera persona” y “la tercera persona” no tienen Divinidad, “porque en Cristo, (la segunda persona) habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente”. (Colosenses 2: 9).
7. Según la trinidad Jesús es el Hijo eterno, según la Biblia, es Padre Eterno (Isaías 9: 6).
8. Los trinitarios adoran a tres personas; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Jesús enseñó que se debería adorar a uno – al Padre (Juan 4: 21- 24; 1ª Juan 5: 20- 21 y Mateo 4: 10).
9. “Dios el Hijo” oró a Dios el Padre. El trinitarismo dice que las tres personas Divinas son omnipotentes - ¿Cierto que un Dios omnipotente no necesita el auxilio de otro omnipotente?


Mi oración a Dios es que tu hayas leído, estudiado y meditado cuidadosamente los puntos anteriores. Te suplico pues, en el amor de Cristo, que hagas a un lado la tradición y busques la verdad en la palabra de Dios. ¡Ella es nuestra autoridad! “Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según cristo (Colosenses 2: 8).

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